Rocío, la película maldita

Rocío es una película documental, dirigida por Fernando Ruiz Vergara y estrenada en 1980. Es la primera película secuestrada judicialmente en España tras la proclamación de la Constitución de 1978 y la desaparición de los mecanismos del franquismo para la censura previa del cine. También fue el primer documental realizado en España sobre la represión ejercida por el bando franquista durante la Guerra Civil Española.

El documental es un intento de explicar la romería desde un punto de vista social, histórico y antropológico, por lo que recurre a las opiniones de expertos, algún sacerdote, miembros relevantes de las hermandades rocieras y vecinos de Almonte, como una mujer que narra en primera persona un milagro de la Virgen: la curación de un sarcoma. Aborda la veracidad de la aparición mariana, el clasismo de las hermandades rocieras, la relación de miembros de hermandades rocieras con la represión ejercida por partidarios de los sublevados en Almonte en los primeros meses de la Guerra Civil...

Versión Integra de la película



Según la sinopsis de la película, se trata de «una romería de la Baja Andalucía, en donde viven miles de trabajadores sin tierras y generalmente sin trabajo, con todo el folclore y falsos mitos que ha creado la Andalucía oficial entremezclada con ésa y otra que estamos tratando de desenterrar día a día».
Una sentencia del Supremo censuró el filme por recordar episodios de 1936 Ruiz Vergara, de 68 años, era en 1980 un joven valor del cine. Rocío fue elegida por el Ministerio de Cultura en 1981 para el Festival de Venecia junto con Opera Prima, de Fernando Trueba. El documental trató el Rocío con una mirada novedosa y revolucionó a las hermandades ..

Fotograma de Rocío
A mediados de mayo de 1985, la película volvió a los cines españoles. Se sustituyeron los fragmentos suprimidos por una pantalla en negro con la leyenda "Supresión por sentencia de la Sala Segunda del Tribunal Supremo del 3.4.1984". La cinta cuando la han emitido de madrugada Canal Sur y TVE, ha sido en la versión censurada.

Contiene, imágenes de gran potencia visual, muchas tan osadas que hoy serían imposible grabar, como la cercanía de las camareras con la Virgen ("Eres guapísima, eres encantadora, eres la reina almonteña", le susurra una de ellas) o la descripción que el catedrático José Hernández Díaz realiza sobre la mutilación de imágenes sagradas para adaptarlas al culto o al gusto de la feligresía. Fernando Ruiz Vergara ilustró este hecho con el desmontaje en un convento sevillano de una talla muy modificada de la Virgen de la Merced.

Rocío destapa la pervivencia del clasismo rociero, analiza la historia de la romería y la utilización que la derecha y la Iglesia hacen de los fenómenos sociales. Tan agresiva resultó la cinta que la denuncia presentada el 23 de febrero de 1981, horas antes del Golpe llevó a prohibirla en los cines de Sevilla, Huelva y Cádiz. Se acusó al autor de "injurias graves, escarnio a la religión católica y ultraje público de las ceremonias en honor a la Virgen del Rocío". "Me resbalaban las críticas porque no sentía culpa alguna. Me acerqué a ese fenómeno sin prejuicios. Observé y describí su historia desde la época de los moros hasta ahora", recuerda el realizador.

Ruiz Vergara hizo sin pretenderlo el primer documental en España sobre la represión. Las entrevistas a los almonteños revelaron la conexión de las hermandades con el contexto político. Se detiene en la hermandad de Jerez de la Frontera, fundada en 1932 contra "los desacatos a la Virgen del Rocío cometidos por la II República". La retirada de una placa a la virgen en el Ayuntamiento de Almonte por orden del Gobierno republicano ofendió de forma especial a uno de los fundadores de la hermandad, el ex alcalde José María Reales. El vecino cuyo testimonio se censuró acusa en la película original a Reales de lo siguiente: "Era el responsable de la banda de criminales (...). Y montado en un caballo con un porro los mata a palos". Ruiz Vergara ocultó el nombre de Reales y durante la entrevista colocó una foto del ex alcalde con los ojos tapados. El director fue denunciado por "escarnio a la religión católica"

El juez admitió la querella de la familia de Reales (fallecido en 1980) y les dio la razón. El director fue obligado a pagar 25 millones de pesetas y a pasar tres meses en el calabozo. El juez impidió a 17 vecinos de Almonte declarar para corroborar la veracidad del testimonio. Espinosa, especialista en la represión de Huelva, cree que el juez actuó para eliminar el testimonio oral: "Reales era un propietario muy popular y poderoso y estuvo implicado como ex alcalde en los disturbios de 1932, cuando sacaron al alcalde y los concejales del edificio por retirar la placa. Aquello acabó mal, se quedaron cuentas pendientes que influyeron en que la represión de 1936 acabara con cien personas".
El juez que redactó la sentencia que todavía hoy condena al cineasta señaló en 1976: "Cuando en España no había más que una política, muchos de nosotros [los jueces del Supremo] la hemos servido, incluso con entusiasmo". Ruiz Vergara también ofrece ahora su propia sentencia: "Han tardado en mostrarse como son, pero con lo de Garzón han mostrado lo que hay".

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