TESTIMONIO DE MERCEDES MOYA MARTÍN, VÍCTIMA DEL ROBO DE BEBÉS EN ESPAÑA

Fuente: 'Camino de la justicia' de Consuelo García del Cid, Asociación "Nuevo Ágora"

Una trama enorme se esconde detrás del robo de bebés que durante décadas ha estado oculta. Desde “El Lucero Rojo” queremos difundir algunos de los testimonios de las personas que se han visto afectadas por esta atrocidad, por lo que periódicamente vamos a publicar casos concretos.

Nací en Higuera de la Sierra, provincia de Huelva. En 1974, contando con dieciséis años de edad, conocí a un chico en Aracena que trabaja en Huelva. Puesto que mis padres no me dejaban salir, el chico habló con mi padre,  un jueves me llamó para decir que llegaría el sábado por la tarde, sobre las ocho, y que le esperase en el paseo. Llegó con dos amigos que yo no conocía y me dijo que dos chicas esperaban en la fiesta de un pueblo cercano. Confié en él y le seguí, sin saber lo que me esperaba. Pararon en una casa de campo diciendo que allí vivían sus padres. Cuando me di cuenta que la casa estaba oscura, sin luces, me eché a llorar. Ellos, los tres, me metieron en la casa a gritos para tirarme como un fardo sobre unos sacos. Puesto que yo me defendía a mordiscos y arañazos, empezaron a pegarme.

Acto seguido me ataron las manos mientras uno de ellos me agarraba las piernas y el otro me violaba. Se turnaron los tres y me violaron los tres. Cuando decidieron que habían terminado, me metieron de nuevo en el coche camino de Higuera de la Sierra, mi pueblo, y antes de llegar a casa, abrieron la puerta para tirarme al suelo. No les dije nada a mis padres. Tampoco les importé nunca lo más mínimo. Me acosté sin cenar y lloré durante horas. Pocos meses después supe que estaba embarazada. Mi novio me amenazó, quería casarse conmigo y se presentó en mi casa. Mi padre preguntó si me quería casar con él, a lo que yo respondí: <<No estoy en venta. Yo me vendo sola, no necesito a nadie>>. Y me soltó un tremendo bofetón.

Un cura me sacó de casa para llevarme al pueblo de Ginés, municipio de Sevilla. Allí me ingresó en un chalet para madres solteras que estaba regentado por dos matrimonios. Mi hijo nació el 12 de noviembre de 1975 en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Di a luz completamente sola, nadie vino a verme. Tenía 17 años. En casa ya no me querían, y tuvo lugar un tremendo suceso del que prefiero no hablar. Temí por mi propia vida y también por la de mi hijo. Me fui a Sevilla en busca de ayuda en Protección de Menores con la intención de que quitaran la tutela a mis padres. Una señorita compró algo de ropa para mi hijo y me llevó a Peña Grande, Maternidad de la Almudena, un reformatorio para madres solteras dependiente del Patronato de Protección a la Mujer, que a su vez dependía del Ministerio de Justicia. Me encontraba en Madrid interna en Peña Grande, situado en la calle Isla Malaita. Me vi sola en la entrada, con mi hijo en brazos, a principios de diciembre de 1975. Estaba muerta de miedo y miraba a derecha e izquierda en busca de alguna referencia. Nada. En Peña Grande, El trato era inhumano. Trabajábamos en talleres y nos pagaban una miseria. Con el tiempo puede salir a trabajar fuera, pero al tener que pagar mis gastos más los del niño, no me queba casi nada, lo justo para dos Petit suisse para mi hijo. La comida era algo asqueroso, pero había que comérsela.

Yo tenía costumbre de mirar las cunas de los bebés. Un día me encontré a un niño boca abajo con la cara pegada a las sábanas y pegué un grito enorme. De ese lugar me reservo muchas cosas que prefiero no recordar.

Con ayuda exterior conseguí escaparme y fui a casa de mis padres. Tenía que trabajar, por lo que entré a servir en una casa de Huelva. estaba tan falta de cariño que conocí a un hombre del que me enamoré sin remedio, y cuando me di cuenta que estaba buscado por la policía y tomaba drogas, huí de su lado. Llegué a Madrid para servir en casa de un periodista. Estaba de nuevo embarazada, y me dijeron que no me podía quedar, que buscarían un sitio para mí, y que si quería, tras dar a luz podía regresar. Llegué a la Asociación tu casa, de Carabanchel, que regentaba Sor Pura. 

Permanecí un mes ingresada en el Hospital Francisco Franco y me provocaron el parto quince días antes de salir de cuentas. Mi hija nació el 7 de mayo de 1978. Era un bebé precioso. La tuve en mis brazos desde el primer momento y pude darle el pecho. Dos días después apareció la monja con un vestido muy bonito para la niña; <<pónselo y nos vamos>> , dijo. Me daban el alta al día siguiente, por lo que contesté que no, que hasta mañana no me iba. No sé cómo lo hizo pero llegó con mi alta sin que yo firmara absolutamente nada. Salimos y un taxi estaba esperando en la puerta. Paró junto a un fotomatón y la monja dijo: <<Dame a la niña, le voy a hacer una foto que está muy linda>>. Yo agarraba a la niña, que se puso a llorar. Pensé que le estaba haciendo daño al cogerla con tanta fuerza y en un descuido la monja me la arrancó de los brazos. El taxista no me dejó salir. Regresamos al centro y me encerré a llorar en el baño. Una compañera decía: << Tu hija va a estar muy bien, tú no sabes quien la tiene, es gente muy importante>>. Yo no podía dejar de llorar. Cuando vino Sor Pura, yo todavía tenía la esperanza de que trajera a la niña, pero no. Me enfrenté a ella, y las palabras que me dirigió fueron: <<Tú eres una cualquiera y una muerta de hambre. Tu hija está mucho mejor con otros padres. Y si se te ocurre denunciar, sabes que te puedo meter en la  cárcel>>. La creí. En el despacho contiguo se encontraba un famoso cantante español. 

Al preparar mi bolsa cuando me iba del centro, Sor Pura me dio un sobre. Creí que se trataban de los papeles relativos a mi nuevo trabajo, pues me había buscado una casa, y no una casa cualquiera, ya que se trataba de la profesora de los hijos del Rey. Abrí el sobre y me encontré una gran cantidad de dinero. Se lo tiré a la cara. << Yo no he vendido a mi hija, yo no he vendido a mi hija>>, repetía gritando. 

Mercedes, que sabe perfectamente quién adoptó a su hija está obligada a callar debido a las serias consecuencias que sus palabras podrían acarrear. Los medios de comunicación masivos también callan, y solo a algunos su hija biológica hizo llegar un burofax a cadenas de televisión amenazando con denunciar si el tema se difundía. Tiempo al tiempo...

Comentarios

  1. Es una etapa de tu vida q siempre estas recordando y sufriendo no lo olvidas nunca

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  2. Y del primer hijo ?? Se crío contigo o lo dejaste en adopción ??

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    1. mercedesmoya martin7 de mayo de 2017, 11:20

      conmigo

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    2. mercedes moya martin11 de mayo de 2017, 1:01

      mi hijo esta conmigo mi marido le cambio los apellidos y lo tomo como, hijo mi hijo adora a su padre, yo no e dado ningún hijo en adopción a mi hija me la robaron de los brazos a los 2 días de nacer

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  3. La sua storia mi ha commosso, non è completa perché so che poi ha ritrovato sua figlia. Anche se so che non è stato facile.

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