PABLO PICASSO, POR BEATRIZ MARTÍNEZ TRIGUEROS

Tal día como hoy, el 8 de abril de 1973, moría en Mougins (Francia) el artista de origen malagueño, Pablo Ruiz Picasso, ese artista que a principios del siglo XX revolucionó el arte para siempre, inventando formas, innovando en técnicas y estilos. Fue artista gráfico y escultor, siendo uno de los creadores más prolíficos de toda la historia, con más de 20.000 trabajos en su haber. Picasso es el que a lo largo del siglo XX conduce la pintura, es el que impone las normas y también es el que las destruye, en definitiva, el arte de dicho siglo se explica con Picasso y sus propias evoluciones, pues pasó por gran cantidad de etapas a lo largo de su carrera artística.
"Familia de acróbatas" 

"Ciego tocando la guitarra"

"Ciencia y Caridad"

El genio de Picasso se pone ya de manifiesto desde fechas muy tempranas: a la edad de 10 años hizo sus primeras pinturas, y a los 15 aprobó con brillantez los exámenes de ingreso en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona, con su gran lienzo “Ciencia y Caridad” (1897, Museo Picasso, Barcelona), aún dentro de la corriente academicista con un tema en linea del Realismo Social. Las obras de esta etapa no son muy conocidas, pues se consideran la “Prehistoria de Picasso”.Entre 1900 y 1904 hace viajes a París, cuyo ambiente bohemio le hace sumirse en su llamada “etapa azul”, en cuyas obras reflejará la miseria humana, con trabajadores extenuados, mendigos, alcohólicos y prostitutas, representados con cuerpos y formas ligeramente alargadas, recordando el estilo de El Greco, como su obra “Ciego tocando la guitarra”(1903, Instituto de Arte de Chicago). Poco después de establecerse en París, conoce a su primera compañera, Fernande Olivier. Con esta feliz relación Picasso cambió su paleta hacia tonos rosas y rojos; los años 1904 y 1905 se conocen, así, como periodo rosa. Sus temas se centraron en el mundo del circo, que visitó con gran asiduidad, creando obras como “Familia de acróbatas” (1905, National Gallery, Washington).
"Las Señoritas de Avignon"

En 1904, a la edad de veintitrés años, se establece definitivamente en París, desde dictará las normas del arte, creando en 1907 la obra clave de este periodo: “Las señoritas de Avignon” ( Museo de Arte Moderno, Nueva York), siendo una obra tan radical que no fue entendida ni siquiera por los críticos y pintores vanguardistas de aquel momento. La superficie del cuadro se asemeja a un cristal fracturado, rompiendo con la profundidad espacial y la forma de representación ideal del desnudo femenino, reestructurándolo por medio de líneas y planos cortantes y angulosos, todo ello debido a la influencia del arte ibérico y africano que por aquel entonces se había empezado a estudiar. Esta obra marca el nacimiento del Cubismo y la ruptura con todo lo que se había realizado anteriormente. Hay que decir que Picasso jamás fue abstracto, nunca traspasó la realidad, sino que se sirve de ella para transformar las figuras y modificarla a su antojo. Más tarde, tras su viaje a Roma en 1917, Picasso entra en su “Etapa Clásica” donde hay un abandono del cubismo a favor de un arte claro y dibujado, pues el desarrollo del cubismo llevó al artista a un límite de creatividad donde el cubismo ya lo consideraba agotado, creando entonces obras como “Tres mujeres en la fuente” (1921, Museo de Arte Moderno). Por esos años se creaba el Surrealismo, y aunque Picasso no fue militante de esta corriente, sí que creó algunas obras de esa temática, como "Bañista sentada a orillas del mar"(1930, Museo de Arte Moderno).

“Tres mujeres en la fuente”
"Las Meninas" 1956


"Bañista sentada a orillas del mar"
El artista vivió la Guerra Civil española desde Francia, a donde llegaban los exiliados de izquierdas, y veía su dolor por ver cómo la guerra se perdía. Entonces, el artista se conduele y se afilia al Partido Comunista. Dalí dijo en una ocasión: “Picasso es comunista, yo tampoco”, refiriéndose a que alguien que vende tantos cuadros a tan alto precio no podría nunca considerarse comunista, sería hipócrita. El 26 de abril de 1937, durante la Guerra Civil Española, la aviación alemana, por orden de Francisco Franco, bombardeó el pueblo vasco de Guernica. Pocas semanas después Picasso comenzó a pintar el enorme mural conocido como Guernica. Los artistas, cuando la historia es dura, recurren al Expresionismo como forma de interpretar sus obras y es en este estilo en el que se crea una de las obras artísticas individuales más importante del siglo XX. En menos de dos meses terminó la obra, exhibiéndola en el pabellón español de la Exposición Internacional de París de 1937. El cuadro no retrata el acontecimiento en sí; más bien quiso expresar con él la violencia y crueldad del acontecimiento mediante la utilización de imágenes como el toro, el caballo moribundo, el guerrero caído, la madre con su hijo muerto o una mujer atrapada en un edificio en llamas. Pese a la complejidad de estos y otros símbolos, y a la imposibilidad de dar a la obra una interpretación definitiva, el Guernica logró un aplastante impacto como retrato-denuncia de los horrores de la guerra. El cuadro permaneció en el Museo de Arte Moderno de Nueva York desde 1939 hasta 1981, año en el que regresó a España; aquí se emplazó en el Casón del Buen Retiro, junto al Museo del Prado, en Madrid, hasta que en 1992 se trasladó de nuevo, esta vez de manera definitiva, a su actual emplazamiento en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, también en Madrid.
"Guernica" 1937
El artista trabajaba sin descanso, ganaba mucho dinero, tenía una increíble vitalidad, cada vez más osado e impulsivo, aunque muchos de los últimos cuadros de Picasso están basados en las obras de los grandes maestros del pasado como Diego Velázquez, Gustave Courbet, Eugéne Delacroix y Édouard Manet, y se repitió mucho entonces: “La modelo y el pintor” la repitió doce o trece veces, al igual que “El almuerzo sobre hierba”, “Las meninas” etc. pero todo lo vendía. A lo largo de toda su vida, su obra se expuso en innumerables ocasiones. La más inusual de ellas fue la que le dedicó el Louvre en 1971 con motivo del 90 cumpleaños del artista; hasta entonces nunca se había expuesto en el museo parisino la obra de ningún artista vivo. La exposición fue un gran éxito, tuvo una afluencia de más de un millón de personas, lo nunca visto. Fue su consagración final.

Beatriz Martínez Trigueros
Historiadora del Arte

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